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La autopsia apuntó que el niño falleció por la caída libre al pozo de 71 metros, que le produjo dos fracturas en la cabeza
Un informe presentado por el abogado del dueño de la finca de Totalán (Málaga) en la que murió el pequeño Julen al caer el pasado 13 de enero en un pozo abierto sin licencia sostiene que el niño falleció por golpes de la piqueta que participaba en las tareas de rescate y no como consecuencia de la caída, según informa ‘El Mundo’.
El documento, al que ha tenido acceso el citado medio, afirma que Julen, de 2 años, falleció por los impactos en su cabeza de herramientas de los operarios que probaron de quitar el tapón de arena formado sobre el menor y que complicó su rescate.
El informe presentado por el dueño de la finca, imputado por la muerte del niño, se basa en los vídeos e informaciones del sumario que explican las primeras horas del operativo de salvamento.
La autopsia practicada a Julen tras el rescate de su cuerpo concluyó que una caída libre de 71 metros le produjo dos fracturas en la cabeza y que falleció el mismo día. La principal tesis del informe forense es que el menor arrastró tierra del pozo en su descenso y formó un tapón.
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