“No nos ponemos en un escenario de una investidura fallida”, afirma Celaá
Pedro Sánchez afronta, cuando se cumplen dos meses de la victoria del PSOE en las elecciones generales del 28 de abril, una investidura en la que, por el momento, solo tiene asegurado el voto favorable del único diputado del Partido Regionalista Cántabro. Los demás apoyos que el presidente del Gobierno en funciones necesita están en el aire. El mayor interrogante es el sentido del voto de los 42 diputados de Unidas Podemos. Su líder, Pablo Iglesias, insiste en que debe producirse un Gobierno de coalición con ministros del PSOE y de su socio prioritario en los últimos 12 meses. “El Gobierno no quiere ir a nuevas elecciones. Vamos a tratar que esa investidura se sustancie en julio. Nosotros queremos presentarnos con la fuerza, respaldo y alianza de los votos que necesitamos para sacarla. Esa es nuestra voluntad. Esperamos y aspiramos a que ese apoyo sea prestado”, ha afirmado este viernes Isabel Celaá, portavoz del Ejecutivo, en la comparecencia posterior al Consejo de Ministros.
A la espera de conocer la fecha en que se fijará la investidura, que saldrá de la reunión que el martes día 2 de julio mantendrá Sánchez con la presidenta del Congreso, Meritell Batet, el PSOE y Unidas Podemos permanecen enrocados en sus respectivas posiciones. De momento nadie parece dispuesto a realizar concesiones. Sánchez recela de que haya ministros que no estén vinculados al actual partido en el Gobierno. Iglesias, por su parte, reclama una entrada visible en el Ejecutivo —el PSOE ofrece cargos intermedios en la Administración, esto es, secretarías de Estado y direcciones generales, por debajo del estatus y poder de los ministros— que le permita salvar la caída electoral de Unidas Podemos. Entretanto, quienes tampoco parecen dispuestos a abstenerse pese a las peticiones socialistas son el PP y Ciudadanos, que juntos suman 123 diputados. Los mismos que el PSOE. El voto en contra de Vox, con 24 escaños, se da por seguro.
“No nos ponemos en un escenario de una investidura fallida. Vamos en julio a reunir las fuerzas necesarias”, ha aseverado la ministra portavoz. María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones, ya negó este jueves la posibilidad de que hubiera una “segunda vuelta” en septiembre. “Trabajamos para construir un Gobierno en julio. Vamos a concentrarnos en esta legislatura. Ningún alumno lleva sus notas a septiembre”, ha reiterado Celaá. Iglesias contempla que será entonces, y no en las próximas semanas, cuando el PSOE y Unidas Podemos acerquen posturas y acuerden un Gobierno de coalición. No una versión rebajada como plantean los socialistas, que insisten en que sea de “cooperación”. “La propuesta del Gobierno es de enorme identidad y contenido. Hace referencia al programa, a unos contenidos en los que hemos venido trabajando 10 meses y con los que hemos hecho grandes cosas para la gente”, ha justificado la portavoz frente al rechazo de Unidas Podemos a la propuesta del PSOE.
Iglesias ha destacado este viernes “la naturalidad con la que en Europa entienden los Gobiernos de coalición” tras reunirse con una veintena de embajadores de países miembros de la UE. “Es natural que el PSOE quiera buscar el apoyo de la derecha para sacar adelante la investidura de Sánchez, y así no verse atado durante la legislatura a tener impulsar únicamente políticas progresistas. Pero, si no consigue este apoyo, y a día de hoy parece difícil, estamos convencidos de que no cometerá la irresponsabilidad de llevar al país a unos nuevos comicios y negociará un Gobierno de coalición con Unidas Podemos”, ha observado Iglesias. “Su relación [la de Iglesias] con los embajadores europeos es de su estricta responsabilidad”, ha evitado entrar Celaá.
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